Exposición: 21 de agosto a 30 de septiembre de 2013
Fundación Pintor Julio Visconti. Sala Jacinto Rega. Plaza del Pintor Julio Visconti, 2, Guadix (Granada)
Lunes a viernes de 10 a 17 horas
Alarcón, como muchos otros contemporáneos, siguió la moda de coleccionar e intercambiar cartes de visite, que después pasarían a álbumes para ser mostrados en reuniones sociales y familiares o contemplados en la intimidad.
Por aparecer numerosas celebridades, su colección constituye una galería iconográfica excepcional de personajes del siglo XIX. En ella destacan, entre otras, las imágenes de Pío IX, Napoleón III, Amadeo I de Saboya, Juan Prim, el duque y la duquesa de Alba, el duque de Rivas, Francisco Asenjo Barbieri, Emilio Castelar, Adelardo López de Ayala, Leopoldo O’Donnell, Antonio Ros de Olano, Joaquín Francisco Pacheco y Ventura de la Vega. Sin embargo, Alarcón no era un coleccionista de fotografías. Las imágenes que encontramos en sus álbumes corresponden a aquellos que formaron parte de su vida, desde sus amigos más íntimos hasta otros con los que coincidió puntualmente y que no volvió a ver.
En esta exposición itinerante, que inicia su andadura en la Fundación Pintor Julio Visconti de Guadix (Granada) se reproducen 120 de aquellas cartes de visite, que fueron mostradas en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid en 2010, bajo el título Una imagen para la memoria: La carte de visite. Colección de Pedro Antonio de Alarcón. La muestra se completa con otras 15 piezas: fotografías en distintos formatos y la imagen de los tres álbumes que utilizó para conservarlas.
Así mismo, permite también conocer una parte de la historia de la fotografía en el siglo XIX. En la colección de Alarcón, que custodia la Fundación Lázaro Galdiano, están representados muchos de los mejores fotógrafos de aquél tiempo. Junto a aquellos que establecieron sus gabinetes en Madrid, como José Martínez Sánchez, Jean Laurent, Ángel Alonso Martínez, Martínez de Hebert y Eusebio Juliá, la relación de firmas extranjeras es extraordinaria. Entre estas últimas destaca Eugène Disdéri, precisamente el fotógrafo que patentó una cámara de óptica múltiple con la que obtuvo sobre una misma placa varios retratos del mismo tamaño que denominó cartes de visite. A su lado se encuentran fotografías de otros como Nadar, Carjat, Ken, Le Gray, Altobelli e Molins, Bassano, Bernoud y Mayer & Pierson, quienes dejaron también su impronta en éste genero.
Imágenes para la memoria
Las imágenes que conforman la exposición ilustran cuatro capítulos muy puntuales de la vida de Alarcón: su participación en dos «asociaciones» en las que tuvo un papel destacado, la Cuerda Granadina y la Colonia Granadina, su presencia en la «Guerra de África», y su encuentro en Roma con los españoles que se hallaban en la Ciudad Eterna durante el viaje que hizo de De Madrid a Nápoles.
La agrupación literaria y artística, bastante ruidosa, conocida como la Cuerda Granadina —con «nudos» bromistas e ingeniosos— estuvo activa en Granada entre 1850 y 1854. Era una «reunión de gente alegre y despreocupada, en la cual, con ser bastante numerosa, no hubo ni un tonto ni un malvado». Algunos de los que la constituían, junto a Alarcón, se muestran en la exposición: el barítono Jorge Ronconi, «Rompones», Pedro Nocbeck, «El ruso», José Salvador de Salvador, «La palizada», Manuel Fernández y González, «El poetilla», el músico Mariano Vázquez, «Puerta», José Fernández Jiménez, «Ivón», Francisco Rodríguez, «Malpieri», y Manuel del Palacio, «Fenómeno».
Más tarde, al trasladarse a Madrid en 1854, Alarcón se incorporó a la Colonia Granadina, conformada, bajo el mecenazgo de Gregorio Cruzada Villaamil, por algunos de los que habían llegado desde la ciudad andaluza y otros residentes en la Villa y Corte, como Luis Eguílaz, Luis Mariano de Larra, Germán Hernández Amores y Gaspar Núñez de Arce.
El tercer capítulo de la vida de Alarcón que queda especialmente registrado en sus álbumes es el de su presencia en la guerra de África, que enfrentó a España con el sultanato de Marruecos entre 1859 y 1860, y de la que fue testigo elocuente al participar en ella, «primero en calidad de aficionado y de cronista, y muy luego como soldado voluntario». La relación de generales que tomaron parte en aquella guerra, con los que Alarcón tuvo un trato más o menos próximo y de los que conservó sus cartes de visite, contiene nombres como los de Leopoldo O’Donnell, Luis García y Miguel, Ramón Makenna, Rafael Echagüe, Juan Zavala, Antonio Ros de Olano y Juan Prim. En la colección de Pedro Antonio de Alarcón se conservan también los retratos de Muley-el Abbas, hermano del Sultán de Marruecos y negociador del tratado de paz que puso fin a la guerra, y de otros cronistas de estos eventos como Gaspar Núñez de Arce, Juan Antonio Viedma Cano y Charles d’Iriarte.
El cuarto episodio en la vida de Alarcón que recordamos a través de sus álbumes es el de su viaje De Madrid a Nápoles. En su colección de fotografías encontramos imágenes de algunos compañeros de peregrinación durante el viaje «artístico o poético» que hizo a Italia y, sobre todo, de aquellos con los que convivió y a los que conoció durante su etapa en la Ciudad Eterna, desde el 22 de diciembre de 1860 hasta el 8 de enero de 1861: Jorge Ronconi, Gioachino Antonio Rossini, Charles d’Iriarte, Pio IX, Fernando Fernández de Velasco, Vicente Palmaroli, José de Vilches, Ramón Pujols, José del Saz Caballero, Dióscoro Teófilo Puebla, Mariano Soriano Fuertes, Amós Escalante y Diego Coello.
Tras su vuelta a España, Alarcón continuó incorporando nuevas cartes de visite a sus álbumes, bien fueran estas de personajes públicos de la vida española del momento, como las de José de Zorrilla o de Amadeo I, o de su nuevo entorno familiar tras su matrimonio el 24 de diciembre de 1865 con Paulina Contreras, cuya imagen también se exhibe en esta exposición.