Reproducción de los dibujos originales.
Exposición: 17 de mayo a 1 de julio de 2018.
Museo de Ávila. Plaza Nalvillos, 3. Ávila.
Por Juan Antonio Yeves Andrés
VALENTÍN CARDERERA Y SOLANO (1796-1880)
Estudió en la Universidad Sertoriana de Huesca, su ciudad natal, y después en Zaragoza y en Madrid, con Salvador Maella y José de Madrazo. Más tarde, pensionado por el duque de Villahermosa, se trasladó a Roma para completar su formación. Consiguió un protagonismo señalado por sus conocimientos y por la posición que alcanzó en el ambiente artístico, literario y erudito madrileño de mediados del siglo XIX. Tuvo un papel muy destacado en la Junta del Museo Nacional, en el Museo Real de Pintura y Escultura o en la Comisión de Monumentos y en las Reales Academias de San Fernando y de la Historia. Por otra parte, a su labor de investigación y de estudio se debe la publicación de una monografía que debe situarse entre las empresas editoriales más notables del siglo XIX, la Iconografía española, y los numerosos artículos que vieron la luz en revistas como Semanario Pintoresco Español o El Artista, además de sus colaboraciones en Recuerdos y bellezas de España. También son dignas de recordar otras facetas como la de coleccionista y pintor o dibujante, pues en el Museo Lázaro Galdiano se encuentran obras que proceden de la fabulosa colección artística de Valentín Carderera que se dispersó, al menos en parte, antes de morir su propietario, así como buena parte de los dibujos que realizó en sus viajes por España.

Félix Badillo y Arturo Carretero : Valentín Carderera.
En La Ilustración Española y Americana, Madrid, 30 de mayo de 1880.
DIBUJOS DE ÁVILA EN EL MUSEO LÁZARO GALDIANO
Aunque en las colecciones que en su día reunió José Lázaro, y que se conservan en el museo madrileño que lleva su nombre, se encuentran algunos dibujos en los que se representan retratos, destacan especialmente aquellos en los que se muestran monumentos arquitectónicos españoles que constituyen un conjunto verdaderamente excepcional, pues superan la cifra de setecientos. Estos dibujos de Carderera tienen un extraordinario valor documental tanto por inmortalizar objetos y monumentos, que en parte han desaparecido, como por ser un buen testimonio de sus viajes por la geografía española, en buena medida programados para intervenir directamente en la conservación del patrimonio artístico.
La mayor parte de los dibujos que se exponen fueron realizados durante el viaje a Ávila en 1840. Llegó el día 29 de junio, festividad de san Pedro, y permaneció hasta el 4 de agosto, cuando salió «a las cuatro de la mañana» pasando por El Espinar y San Rafael para pernoctar en Guadarrama donde cenó bien pero pasó «mala noche, por los chinches». Durante su estancia en la capital realizó estos y algunos otros dibujos. Sabemos que fue visitando iglesias y monasterios y tenemos otros detalles singulares como cuando, el día de Santiago de aquel año, previo permiso del obispo de la diócesis, pudo visitar la clausura del monasterio de la Encarnación y al ver la puertecita por donde entraba santa Teresa a su celda, con una navaja cortó una astilla y se llevó dos pedacitos.

Cartel de la exposición