Exposición: 31 de octubre -30 de noviembre 2014.
Museo Lázaro Galdiano. Sala 1.
Horario: Miércoles a lunes de 10 a 16.30 h. Domingo hasta las 15 h. Martes cerrado.
Por Juan Antonio Yeves Andrés
Para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento de Miguel de Unamuno (1864-1936) y en el marco del proyecto de investigación La literatura y las artes en los epistolarios españoles del siglo XIX, la Fundación Lázaro Galdiano muestra cartas, números de La España Moderna y obras publicadas en la editorial homónima, resultado de la relación de lealtad y afecto entre autor y editor durante más de treinta años. Sólo contamos con una de las voces en este diálogo epistolar, pues únicamente se han podido localizar tres tarjetas de visita de Unamuno a Lázaro, con textos muy breves.
Miguel de Unamuno (Casa Museo Unamuno) y José Lázaro (Fundación Lázaro Galdiano)
CARTAS DE LÁZARO A UNAMUNO
Las cartas de José Lázaro (1862-1947), con textos concisos y sentenciosos casi siempre, reflejan su carácter práctico, franco y resuelto y hacen referencia a la marcha de las publicaciones, es decir, mostrándose en su papel de editor, con objetivos muy claros y consciente de que había encontrado en Unamuno un colaborador eficiente, trabajador y profesional, como lo fue en su labor docente. Sin embargo, por la confianza y el afecto que se dispensaron, en las cartas afloran episodios biográficos de uno y de otro; en este caso, el tono de la correspondencia adquiere un carácter más coloquial y amistoso, especialmente cuando Unamuno plantea la posibilidad de trasladarse a Argentina.
En la correspondencia aparece la personalidad de José Lázaro y proporciona detalles de una etapa recordada con frecuencia por Unamuno, en la que éste se dedicó a traducir –por vocación o «pro pane lucrando»– y a escribir «desahogos de un muchacho a busca de renombre». Así, en 1895, se editaron por primera vez en La España Moderna, la revista que dirigía José Lázaro, cuando éste también buscaba afanosamente una posición respetable entre los editores madrileños, los artículos que constituirían la obra En torno al casticismo. Después verían la luz en la misma publicación artículos sobre el Quijote, sobre la regeneración de España y, sobre todo, la serie Del sentimiento trágico de la vida, el último trabajo y el más trascendente de todos los que aparecieron en la editorial de Lázaro. La valoración que hace Lázaro de este ensayo es significativa: «Los artículos que me envía usted son los mejores que usted ha escrito en su vida».
Sigue una pequeña muestra de las cartas que Lázaro escribió a Unamuno:
Si usted viniera de profesor aquí sería un bien para usted y para mí; para usted porque tendría en La España Moderna un puesto y un sueldo fijos, y para mí porque los conocimientos de usted podrían servirme mucho, principalmente en mis ausencias, que suelen ser largas y frecuentes. (23 de septiembre de 1894).
Le espero a usted con impaciencia para que hablemos del nuevo sesgo que debe tomar mi biblioteca a fin de que no de conmigo en tierra como daría siguiendo por los caminos que lleva hoy. (24 de noviembre de 1894).
Tengo formada la resolución firmísima de no publicar ninguna obra de autor español, y si abro, y lo haría con mucho gusto, la puerta en favor de usted, se me van a colar los congrios del parnaso. Una publiqué de Don Adolfo de Castro, parte por compromiso, parte por obra de caridad, y sabe Dios los disgustos que me ha traído. (28 de junio de 1899).
Es usted muy joven como hombre, y mucho más aún como literato, y puede usted estar satisfecho de haber conseguido el puesto que ocupa en la vanguardia intelectual española, sin dificultades y sin bajezas, con esa dignidad indispensable en toda profesión y en la nuestra bastante rara. (26 de marzo de 1900).
Comience usted por maldecir el «Decíamos ayer» y haga usted la revolución, de lo contrario defraudará usted las esperanzas de todos… Cuento con que ahí han de moverle feroz guerra los reaccionarios de siempre, pero aquí estamos para apoyarle los amigos de siempre dispuestos a la batalla. (25 de octubre de 1900).
Cuidado con ese proyecto que se trae en la cabeza: piénselo mucho antes de abandonar la cátedra y sosiéguese un poco de impaciencias. No hay español que tenga los motivos que usted para estar satisfecho de su suerte: nadie ha llegado aquí tan alto tan pronto, y creo que en ningún otro sitio se le presentará porvenir más brillante. (10 de enero de 1903).
Cartas que Lázaro a Unamuno en el Copiador de La España Moderna
No puedo decirle gran cosa respecto a si usted debe venir o no [a Argentina]. Me inclino a la negativa, pues aquí no hacen falta, según opinan estás gentes, los obreros intelectuales, ni nadie los estima poco ni mucho salvo media docena de ilusos literatos que hacen reír a las gentes prácticas. […] Además el cerebro de usted es demasiado pesado, y se iría a fondo: para flotar aquí se necesita tener la cabeza de corcho: en este país le iría mucho mejor que a usted a Becerro de Bengoa. (9 de enero de 1904).
A usted tengo que reñirle mucho: escriba usted para todo el mundo y no para tres personas. Déjese de filosofías profundas, de terminologías sólo comprendidas por los técnicos, de asuntos poco interesantes. […] Usted puede escribir como se proponga y sobre todo lo que se me ocurra o se le ocurra, por el mucho estudio y por el mucho cerebro, y sin embargo parece que escoge los temas menos gratos para que se le lea con deleite. […] Los artículos que más recuerdo de usted son los del Casticismo y uno contra la enseñanza de las lenguas muertas y deseo verle de nuevo por esos caminos. ¡No vaya usted a América! (21 de julio de 1904).
¿De modo que se hace usted la ilusión de encontrar pan en América? Allí el pan y el vino son pocos los que los toman, y usted encontraría más dificultades que otros para lograr el primero, que es el único que le interesa, porque el segundo no le gusta. Si usted supiera engordar carneros o trillar… (14 de agosto de 1904).
En «La Nación» le leemos siempre, y en estos últimos días con más frecuencia que antes, pero no nos basta, queremos más, más Unamuno. (21 de julio de 1910).
LÁZARO VISTO POR UNAMUNO
Al no contar con las cartas de Unamuno a Lázaro recordaremos ahora unos textos de suyos en los que daba a conocer la figura y la personalidad de Lázaro, tanto en público como en privado, en los que, además de mostrarse agradecido, deja buena prueba de la fidelidad que le profesaba y de la que quiso que quedase testimonio por escrito para siempre.
La labor de José Lázaro por la cultura ha sido en España empeñadísima, tenaz, a las veces casi heroica. Este hombre benemérito ha tenido la virtud que aquí más escasea: la fe. Es un hombre a prueba de desengaños y reveses […]
Llevé a La España Moderna el primero de mis ensayos: En torno al casticismo. […] Y Lázaro me los publicó. Sospecho que alguien debió de preguntarle quién era aquel extravagante, pero tampoco faltó quien, como Cánovas del Castillo, se interesó por aquellos desahogos de un muchacho a busca de renombre. Clarín tomó mi nombre por un pseudónimo. Y desde aquellos días en que hice en La España Moderna mis primeras armas he permanecido fiel a Lázaro, que fue quien primero me dio la mano. […] Tengo el presentimiento de que de todo cuanto llevo escrito, los diversos ensayos publicados en La España Moderna han de ser lo que tenga más tiempo lectores, aunque no sea lo que los tenga más. […] Cuando se nos infiltró esta inquisición tácita y mansa que todavía dura; cuando la ramplonería empezó a prosperar bajo la paz del cansancio; cuando los diarios no admitían ciertas cosas por miedo al público y no a las autoridades, era La España Moderna el castillo roquero de la libertad de conciencia. Difícilmente habrá habido una revista más amplia, más comprensiva, más hondamente liberal que La España Moderna. La colección de esta revista es acaso el monumento más sólido a la cultura española en estos últimos veinte años […]
Y volviendo a Lázaro he de deciros que a otras personas con quienes he tenido tratos y contratos las busco para el negocio, estimándolas si son honradas y leales en él, pero a Lázaro lo he buscado siempre como amigo ante todo. En aquella su casa, que es un museo, llena de preciosidades artísticas, de cuadros, de tallas, de muebles antiguos de toda especie, de objetos de arte seleccionados con la más exquisita inteligencia, en aquella casa radiante de reflejos de pasadas grandezas, me era un encanto hablar con Lázaro de arte, de literatura, de cultura en general. […]
Si continuando mis Recuerdos de niñez y de mocedad sigo escribiendo mi autobiografía, en derredor de Lázaro y de su casa tendré que trazar no pocas páginas de ella, para mí las más interesantes acaso, las referentes a mis comienzos de publicista. Si esos comienzos no fueron para mí tan dolorosos como para otros suelen ser, déboselo a la generosidad de unos pocos, muy pocos amigos, y en primer lugar de ellos, Lázaro.
Lázaro, que es, lo repito, hombre cultísimo, ha hecho de su casa un museo donde se aprende mucho, ha viajado mucho y ha dado conferencias muy interesantes sobre sus viajes; pero su labor, su honda labor de generosidad patriótica, de liberal cultura, ha sido su labor editorial. De lo que otros han hecho negocio, y alguna vez negocio vil, ha hecho él obra de patriotismo y de educación. Tengo que repetirlo: su obra ha sido una obra quijotesca.
Fragmentos de «Un forjador de cultura», artículo escrito en Salamanca, en julio de 1909, y publicado en La Nación de Buenos Aires. (8 de agosto de 1909).
No le crea usted frío ni mucho menos dispuesto a ayudar tan sólo a los que bullen. […] No me paga a mi mucho (por lo cual voy a dejarlo, pues ya mis ingresos se van afirmando) pero soy de los privilegiados, pues traduzco lo que quiero o poco menos y no más que del inglés y del alemán, lo que hace que me perfeccione en el conocimiento de estos dos idiomas. Además yo estoy reconocidísimo a Lázaro que ha sido para mí un amigo leal, activo, complaciente, servicial. Le debo mucho y le quiero. Es bueno.
Fragmento de una carta de Unamuno a González de Candamo. (29 de abril de 1901).
Miguel de Unamuno (Archivo familiar) y José Lázaro (Fundación Lázaro Galdiano)
COLABORACIONES DE UNAMUNO EN LA ESPAÑA MODERNA
«La enseñanza del latín en España». «En torno al casticismo» [en cinco entregas, I: La tradición eterna, II: La casta histórica, Castilla, III: El espíritu castellano, IV: De mística y humanismo, V: Sobre el marasmo actual de España]. «La regeneración del teatro español». «El caballero de la triste figura: ensayo iconológico». «Acerca de la reforma de la ortografía castellana». «La vida es sueño: reflexiones sobre la regeneración de España». «La reforma del castellano». «La educación». «Maese Pedro: notas sobre Carlyle». «Contra el purismo». «El individualismo español». «Sobre el fulanismo». «La selección de los Fulánez». «La locura del doctor Montarco». «Intelectualidad y espiritualidad». «Sobre la filosofía española. Diálogo». «¡Plenitud de plenitudes y todo plenitud!». «Sobre la soberbia». «Los naturales y los espirituales». «Sobre la lectura e interpretación del Quijote». «Soledad». «Sobre la erudición y la crítica». «Sobre el rango y el mérito». «El sepulcro de Don Quijote». «¿Qué es verdad?». «El secreto de la vida». «Sobre la consecuencia: la sinceridad». «Sobre la europeización: (arbitrariedades)». «Más sobre la europeización». «Inteligencia y bondad». «Parnaso español: Aldebarán». «Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos» [en doce entregas I: El hombre de carne y hueso, II: El punto de partida, III: El hambre de inmortalidad, IV: La esencia del catolicismo, V: La disolución racional, VI: En el fondo del abismo, VII: Amor, dolor, compasión y personalidad, VIII: De Dios a Dios, IX: Fe, esperanza y caridad, X: Religión, mitología de ultratumba y apocatástasis, XI: El problema práctico, XII: Conclusión. Don Quijote en la tragi-comedia europea contemporánea].
COLABORACIONES DE UNAMUNO EN MONOGRAFÍAS DE LA ESPAÑA MODERNA
«Prefacio del traductor», en HUNTER, William Alexander: Sumario de Derecho Romano. «Prólogo», en BUNGE, Carlos Octavio: La educación.
TRADUCCIONES DE UNAMUNO EN LA ESPAÑA MODERNA
CARLYLE, Thomas: La revolución francesa. [T. I: La Bastilla, T. II: La Constitución y T. III: La guillotina]. HUNTER, William Alexander: Sumario de Derecho Romano. INGRAM, John Kells: Historia de la Economía Política. LEMCKE, Karl von: Estética expuesta en lecciones al alcance de todo el mundo. SPENCER, Herbert: Ética de las prisiones. SPENCER, Herbert: De las leyes en general. SPENCER, Herbert: El organismo social. SPENCER, Herbert: El progreso: su ley y su causa. SPENCER, Herbert: Exceso de legislación. SPENCER, Herbert: La beneficencia. WOLF, Ferdinand Joseph: La literatura castellana y portuguesa. T. I y II.
Miguel de Unamuno (Archivo familiar) y José Lázaro (Fundación Lázaro Galdiano)
OBRAS EXPUESTAS
1.- La España Moderna. Madrid, año VII, febrero, 1895, t. 74. Contiene la primera entrega de los artículos de Unamuno: «En torno al casticismo».
2.- La España Moderna. Madrid, año XXIII, diciembre, 1911, t. 276. Contiene la primera entrega de los artículos de Unamuno: «Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos».
3.- Carlyle, Thomas: La revolución francesa. T. III. Madrid: La España Moderna, s. a. [1900]. Traducción del inglés por Miguel de Unamuno.
4.- Spencer, Herbert: La beneficencia. Nueva edición. Madrid: La España Moderna, [1905]. Traducción del inglés por Miguel de Unamuno.
5.- Carta de Lázaro a Unamuno. Carta autógrafa. Madrid, 26 de marzo de 1900. Copiador de La España Moderna, T. 23, f. 488.
La carta del Copiador de La España Moderna que ahora se expone será sustituida por razones de conservación y se mostrarán otras, cada semana, hasta la fecha de clausura de la exposición.